Laos: 10 Días en el norte y ruta por el Mekong
Dónde se encuentra Laos
Laos es un país sin salida al mar, en la península de Inchochina, Asia Central. Como podéis ver en el mapa, hace frontera con Myanmar y China al noroeste, con Vietnam al este, Camboya al sureste y Tailandia al oeste y suroeste.
Imagen de Wikipedia. Diez días en el norte de Laos, 2018.
¿Hace falta visado para ir a Laos?
Los países de la zona Schengen pueden obtener una visa de 30 días naturales a la llegada al país. El coste es de 35 USD. Como siempre, ¡no olvidéis llevar fotos de carnet!
Clima en el norte de Laos
El norte de Laos, cubierto de jungla y ‘atravesado’ por el flujo del río Mekong, tiene un clima típico de monzón tropical y tiende a ser más fresco que los destinos más al sur.
La estación seca se divide en dos mitades, siendo los últimos meses los más calurosos. Durante los meses más fríos (diciembre y enero), las temperaturas pueden asentarse alrededor de los 17 ° C y las noches y las mañanas tempranas pueden ser frías. Una vez que llega marzo, las temperaturas comienzan a subir y llegarán en abril y mayo, y pueden alcanzar un pico tan alto como 31 ° C +.
Durante la estación húmeda (de mayo a octubre), puede esperar fuertes aguaceros durante períodos cortos, por lo general durante la noche o temprano en la mañana. Inicialmente, esto rara vez dura más de una o dos horas y ayuda a despejar el aire, dejando un cielo azul brillante a su paso. En agosto y septiembre, la lluvia puede ser más prolongada.
Dinero
La moneda de Laos es el kip (en adelante LAK – Laosian kip). En septiembre de 2017, un euro son unos 10.000 kips en Septiembre de 2017. Es fácil encontrar cajeros y casas de cambio, y hay que tener en cuenta que la mayoría de las tiendas y otros servicios solo aceptan metálico.
Cómo llegar a Laos desde China
Kunming
Una vez en Kunming (China) hay bastantes buses diarios que salen hasta Jinghong, ciudad fronteriza con Laos. Varían de precio en función de la hora, como referencia son unos 225 RMB y tardan 10 horas. Salen de la estación sur (South Bus Station), a una hora del centro, y se puede llegar fácilmente en metro o el autobús C1 (en cualquier caso el precio del ticket es 5RMB). Nosotros hicimos autostop para llegar a la frontera y no nos costó mucho esfuerzo. Enseguida que levantábamos el dedo alguien paraba.
Consejo: si vais a coger el autobús prestad atención al llegar porque parece ser que hay un servicio de buses privados en la misma estación. Éstos autobuses son de peor calidad y tardan más en llegar. Por lo que leímos, los reconoceréis porque el chófer llega un altavoz con el que anuncia el servicio.
Jinghong
Una vez en Jinghong, los autobuses con dirección a Luang Namtha salen una vez al día, por la mañana (a las 10.40 de la estación de bus norte y a las 11.00 de la sur). El precio es 77 RMB y tarda unas 7 horas. Recomiendan reservar los billetes el día antes por que suelen llenarse.
Otro consejo: si vais a hacer autostop, podéis seguir las recomendaciones de la guía sobre autostop y os facilitará un montón las cosas. Un cartón con el nombre del destino nos ayudó mucho, ya que nosotros no hablamos chino, y ellos no hablan mucho inglés. Pide a alguien en el hostel donde duermas que escriba por ti en un cartón en el nombre de una o dos ciudades.
Frontera Mohan – Boten
Nosotros seguimos la misma ruta que el bus, pero haciendo autostop hasta la frontera, así que no podemos contaros nada más sobre los autobuses. El paso fronterizo, tanto para salir de China como para entrar en Laos, es rápido y sencillo. La frontera china se encuentra en el pueblo de Mohan. El trayecto entre que sales de China y entras en Laos se hace caminando, y una vez que cruzas la frontera de Laos, ya estás en Boten.
El visado nos costó 35 USD. Se puede pagar en RMB o en kips (LAK – en adelantes), pero pagar en USD es mas conveniente al cambio. También tuvimos que hacer una “donación” obligatoria de 2 USD por persona destinada a desarrollar el turismo laosiano. A cambio de los 2 USD, nos dieron una guía con recomendaciones sobre cómo comportarse en Laos.
Podéis cambiar allí vuestros últimos yuanes, en el banco o en algún supermercado, pero para conseguir un buen cambio tendréis que negociar duro, por lo que tal vez sea mejor cambiarlo antes de cruzar la frontera.
Mohan es una ciudad de paso y no tiene estación de autobuses. Simplemente un par de centros comerciales Duty Free, algunos hoteles y casinos. Las opciones para moverse desde allí son taxis, autostop, o parar algún autobús que esté cruzando la frontera y tenga plazas.
Cuando llegas a Laos, enseguida te das cuenta que las infraestructuras son mucho más pobres que en China. Recorrer poca distancia lleva muchas horas, y en nuestro caso se hacia de noche. Por un taxi a Luang Namtha nos pedían 200.000 LAK, que regateando lo pudimos bajar hasta 120.000. Aun así nos resultaba caro, por lo que seguimos esperando hasta que paso un autobús que nos llevó por 30.000 LAK/pax. Tardamos casi 4 horas en llegar (a pesar de que la distancia era ridícula).
Luang Namtha: qué ver
La estación de autobús está a 10 km del pueblo. Un tuk-tuk debería acercarte al centro por 10.000 kip/pax, aunque seguramente al principio te pidan más. Si vas solo es posible que te pidan hasta 30.000 kip. Si llegas de noche, el precio puede subir hasta 50.000 kip por el tuk-tuk entero (a dividir entre los que seáis).
Luang Namtha no tiene en sí mucho qué hacer más que disfrutar del paisaje y relajarse. Se está convirtiendo, sin embargo, en la meca del ecoturismo, seguramente porque Sapa, en Vietnam, y Chiang Rai, en Tailandia, ya están a rebosar de turistas.
Hasta ahora parece que el gobierno laosiano ha estado haciendo su trabajo y estaba concienciado en proteger a las comunidades y recursos que tanto turismo estaban atrayendo. Sin embargo, últimamente parece que empiezan a relajar los requisitos para montar una agencia de ecoturismo, y se multiplican como setas.
Aún con todo, cada agencia suele tener la exclusividad en una ruta o zona concreta, para evitar la saturación de turistas en el entorno. Si llegas con un grupo a una aldea de minorías étnicas, según la legislación, no deberías encontrar otro. Esto es turismo sostenible y parece que, de momento, aplica.
Night & Day Markets
Tiene dos mercados diarios, uno a cada lado del pueblo: el Day Market, donde se venden productos frescos, y más enfocado a los vecinos; y el Night Market. Éste está más orientado al turista, y podéis encontrar los platos más famosos de la cocina Laosiana: ensalada picante de papaya, pollo o pato asado, fideos y arroces.
Fuera del market podéis encontrar muchos restaurantes, la mayoría con una buena sección de platos occidentales. El común denominador a todos son los batidos de frutas, los bocadillos y los crepes, que son los snacks estrella del país.
Estupa dorada
A diez minutos caminando del centro, subiendo una colina, hay una estupa y una “escuela” con jóvenes budistas, que vale la pena ver. Seguramente la estupa no es tan impresionante como el entorno, donde, además de tener unos cuantos Budas, tiene unas vistas de todo el valle que están muy bien. Hay caminos que se adentran más arriba por la colina, por si os animáis a seguir explorando entre campos de arroz y bosques de ficus.
Trekking y visitas a minorias étnicas
Luang Namtha es un pueblo que sirve como base para hacer excursiones a la montaña o la selva que forman parte de Nam Ha, una zona nacional protegida (Nam Tha NPA). Allí podéis encontrar pueblos pertenecientes a diferentes minorías étnicas, que viven prácticamente al margen del desarrollo que está viviendo Laos. A parte de proteger a estos pueblo, esta zona da protección y asilo a varios animales en peligro de extinción como leopardos, gaures y elefantes asiáticos.
Hay una gran oferta de alojamiento y agencias de eco-turismo. Nosotros estuvimos en temporada baja, pero podemos imaginar que, si bien es menos turístico que Luang Prabang, debe recibir un buen puñado de travellers en verano.
Las agencias ofrecen principalmente trekking a la selva, estancias en pueblos étnicos, o actividades acuáticas, como kayak o rafting. Nosotros todo el tiempo viajamos por nuestra cuenta, pero os recomendamos chequear en internet antes de contratar una agencia, pues hay algunas con peor fama que otras, y los precios pueden variar. Por lo general, tours demasiado baratos resultarán decepcionantes. Nosotros decimos “you get what you pay for”, es decir, “tienes lo que pagas”.
Lo normal es que haya un cartel en la puerta de las agencias donde ves la gente preinscrita para las actividades. El precio de la excursión es a dividir entre los participantes, por lo que cuanta más gente, más barato sale. Nosotros no participamos en ninguno, pero podemos daros tres consejos de la experiencia de gente con la que coincidimos que sí lo hicieron.
En primer lugar, los trekking son de dureza media en la mayoría de los casos, y los días cálidos y húmedos se puede hacer especialmente duro. En segundo lugar, llevad siempre agua con vosotros. Incluso si la organización os garantiza el agua, no dudes en llevar al menos un litro de agua contigo, y algún snack para el camino. Tercero: en la temporada de lluvias, puedes ser más duro si cabe, porque puede caeros un chaparrón a lo largo del trail, todo está embarrado, etc. Muchas rutas se cierran durante ésta época, pero si os animáis a hacerlo, sabed que seréis recompensados con la belleza del paisaje.
Alrededores de Luang Namtha
Si alquiláis unas bicis, hay campos de arroz, otros pueblos más tradicionales y templos a buena distancia para pasar una tarde o un día.
A cinco minutos del pueblo también podéis acercaros al río Nam Tha y cruzar el puente de bambú para llegar a la aldea tradicional Tai Dam. Las tribus que viven aquí son famosas por sus habilidades tejiendo. Si llegáis como nosotros, en temporada de lluvias, no encontrareis el puente. Como muchos otros puentes de bambú en Laos, se instalan en la temporada seca y se desmontan durante la temporada húmeda.
Ban Nam Dee es la aldea donde reside la minoría étnica Lanten y está a 5 km de Luang Namtha. Lo más interesante son sus casas de bambú y los trajes tradicionales que llevan los Lanten, confeccionadas por ellos en color azul índigo.
Otra opción si tenéis mucho tiempo son las cascadas de Nam Dee. Nosotros no fuimos, pero parece que la carretera no es muy buena para pedalear con una bici de paseo. Una vez llegas, puede ser que el entorno no cumpla tus expectativas. Chequea opiniones por internet, o pregunta en el pueblo si no estás muy seguro 🙂 . Hay una oficina de turismo en el centro del pueblo a donde podéis acercaros a que os den mapas u os faciliten cualquier información.
Luang Namtha: dónde dormir y comer.
Luang Namtha es un pueblo muy sencillo, a pesar de que cuenta con aeropuerto. La mayoría de las guesthouses están en la calle principal, una al lado de la otra. Los precios varían en función de si buscáis una habitación básica, o algo con estilo más colonial. Los precios que encontramos empiezan a partir de 70.000 kips/hab doble.
Nosotros nos quedamos en Manichan Guesthouse por 70.000 kips la habitación doble con baño privado. Las habitación son muy básicas pero están limpias. La dueña es muy amable y nos ayudó mucho: precios locales, horarios de autobuses, etc. El wifi funciona bien tanto en la habitación como en el restaurante. La carta es variada y los precios son acordes al resto de locales que hay alrededor.
Si queréis algo más económico, debéis acudir al Night market o a algún restaurante donde veáis gente local, fuera de la calle principal.
Ruta por libre hasta Muang Sing y minorías étnicas.
En Luang Namtha podéis alquilar una moto automática por unos 70.000-10.000 LAK (manual es algo más barata). Siempre las entregan sin gasolina, con lo justo para ir a la gasolinera. Los términos del contrato son “vacio-vacio”, es decir, que si la devuelves con gasolina, no te lo devuelven en dinero. El depósito podéis llenarlo por 20.000 LAK.
La distancia hasta Muang Sing son 60 km de carretera de montaña, con baches y barro, que a nosotros nos llevó tres horas hacer, con pocas y breves paradas. Es una aventura, sobre todo si llueve o ha llovido, y os recomendamos que os lo toméis con calma. Hacedlo sobre todo pensando en que no hay prisa y que lo bonito es el camino. Sobre todo porque si conducís tantas horas por ver Muang Sing, veréis que no merece la pena. Nosotros salimos un poco tarde y acabamos reventados de conducir.
Es muy fácil llegar, porque sólo has de seguir la carretera principal. La primera parte del camino corre junto al río Nam Tha y bosques de ficus. Es bonito, pero nada comparado con lo que está apunto de llegar. La segunda parte del camino la haces atravesando el parque nacional Nam Ha NPA. De repente parece que te has sumergido en Parque Jurásico y que van a aparecer dinosaurios por cualquier rincón.
Una vez en Muang Sing, un montón de señoras se te acercarán a ofrecerte opio, cultivo muy abundante en la zona. Puedes aprovechar para darte una vuelta, estirar las piernas y comer, porque no hay nada que valga la pena allí. Asegúrate de salir con tiempo de vuelta para que no os pille la noche.
En resumen, para nosotros fueron demasiadas horas de moto, pero el camino fue excepcional. Si os aventuráis a hacerlo, podéis conducir unas horas y, sin necesidad de llegar al final, simplemente dar la vuelta por donde habéis venido
Nota: No olvidéis que el alquiler de motos en Luang Namtha es diario, es decir, la cojas a la hora que la cojas, tienes que devolverla el mismo día si no quieres pagar un día extra. En nuestro caso, el local de alquiler de motos cerraba a las 20.00, ¡hora tope para llegar!
Luang Prabang: qué ver
Si Luang Namtha es más bien tranquilo, para dedicarse a la contemplación y el descanso, o para hacer trekkings y actividades en la naturaleza, Luang Prabang le da la chispilla al norte de Laos. Mercadillos, templos, masajes, museos y zumos de frutas. Además, su excepcional arquitectura colonial la ha convertido en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Una oferta de ocio súper completa para que no te aburras en unos cuantos días.
Monte Phousi
Coronando Luang Prabang, y no a un costado, como podrías pensar, sino en el centro, se encuentra el monte Phousi. A 300 escalones se encuentra el templo Wat Chomsi, donde no solo te recomendamos que acudas por su belleza, sino porque desde allí tendrás unas vistas panorámicas de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad y el Mekong.
Mucha gente se acerca a pasar un rato allí y ver el amanecer o el atardecer. Si te animas a comprar un snack a los vendedores que hay a los pies del monte, recuerda que la cima es un templo, ¡el alcohol está prohibido!
Templos
Luang Prabang cuenta con 34 templos contemplados bajo la protección de la Unesco. Paseando puedes ir descubriéndolos todos, pero asegúrate de no perderte el Wat Xieng Thong, donde se daban lugar las coronaciones reales. Éste templo es uno de los más complejos más opulentos, y como otros muchos budistas, está cubierto de oro.
Wat Visoun (o Wat Wisunarat), es el templo más antiguo de Luang Prabang, y bien merece una visita, así como Wat Aham, que es otro de los templos más antiguos, y que albergaba a los espíritus protectores de Luang Prabang. Ahora se cree que estos espíritus ahora residen el gran ficus que hay en el jardín del templo.
Cascadas Kuang Si y Centro de rescate de osos
Kuang Si es uno de los imperdibles de Luang Prabang. Una única catarata baja por la jungla creando una serie de cascadas y piscinas perfectas para darse un baño, y cada cual más bonita. Puede que Laos no tenga mar, pero las aguas turquesas de éste lugar compensan de sobra.
Y cuando piensas que no puede ser mejor, nosotros llegamos, y sin saberlo, nos encontramos un centro de rescate de osos, justo dentro del recinto de las cascadas. Los osos de éste centro son donados, o bien rescatados del tráfico ilegal de animales salvajes.
La entrada a Kuang Si son 20.000 KIP, de los que el centro de rescate no se lleva nada. Si queréis hacer una aportación, ha de ser a través de la compra de una camiseta o algún otro producto que vendan allí.
Cascadas Tan Sae
Si tienes tiempo y quieres, también puedes darte un chapuzón en las cascadas Tan Sae, a 45 minutos en moto de Luang Prabang (entrada 20.000 kips). Nosotros no tuvimos la oportunidad de ir, pero dicen que a la entrada hay elefantes a lo que puedes alimentar y contratar para ir paseo. Como siempre, os invitamos a que digáis un gran NO a cualquier actividad basada en la explotación de animales.
Tak Bat: Ofrenda a los monjes
Comienza uno de los días acudiendo a la antigua tradición de Laos “Tak Bat”. Sobre las 6:00, cientos de monjes budistas salen de sus templos y caminan silencioso en fila india recogiendo limosna de la gente local. Normalmente es arroz, que después dividen en dos raciones para comer a lo largo del día.
Ésta procesión casi interminable de monjes descalzos, vestidos de naranja, es espectacular, y forma parte de la imagen icónica de Luang Prabang. Se lleva a cabo diariamente y es fácil participar de ella porque siempre hay señoras vendiendo ofrendas de cuencos de arroz para que los turistas puedan entregar a los monjes.
En primer lugar, esta ceremonia es budista, por lo que muchas veces es considerado inapropiado que los turistas participen en ellas. Además, estas señoras intentan hacer negocio vendiendo arroz de muy baja calidad. Los propios monjes se quejan de esto y han amenazado con cancelar esa tradición, denunciando que han llegado a sufrir intoxicaciones por el pésimo estado de las ofrendas. Obviamente, al gobierno local no le interesa quedarse sin ésta exótica tradición que tantos turistas atrae, por lo que han plagado la ciudad de instrucciones sobre como comportarse en el evento.
No debéis acercaros a los budistas, y mucho menos tocarles. Si hacéis fotos, mantened una distancia prudencial y respetad su espacio vital. En el caso de que queráis participar de la limosna, aseguraos de que la calidad del arroz sea buena. Si tú no te lo comerías, tampoco se lo ofrezcas a ellos.
Royal Palace Museum
Está en el centro de Luang Prabang, y es la antigua residencia de los reyes de Laos. Tiene una gran colección de arte budista e artefactos pertenecientes a la monarquia de Laos. El ticket para el museo cuesta 30.000 kip, y dentro podéis ver además cómo es una casa típica Laosiana, pero a lo bestia. No se pueden hacer fotos, y debéis llevar ropa adecuada o alquilar un pañuelo para cubriros.
Si no sois de museos, podéis entrar a los jardines gratis y hacer fotos del edificio, que es muy llamativo y mezcla el estilo traicional de Laos con el colonialismo francés.
Local markets
El mercado matutino es donde los locales hacen sus compras, no tanto para turistas, así que es una buena oportunidad para disfrutar de la verdadera cultura local. Lo encontrarás cerca del Palacio Real, y atraviesa varias calles. Veréis que sólo algunos vendedores tienen mesas expositoras con los productos. En general son carniceros y algún puesto con más orientación al turista. Los demás plantan todo en el suelo: arroz, verduras frescas, pescados al vapor, etc. que es como han funcionado tradicionalmente.
Cuando llega la tarde, a partir de las 18:00, se cortan las arterías principales y arrancan los Night markets: Phousy Market y Hmong Night Market. Estos son para turistas, ni que decir tiene. Pantalones con estampados de elefantes por doquier. Pulseras, bolsos y recuerdos de Laos. Eso sí, pienso que tienen los souvenirs más bonitos de todo el sudeste asiático 🙂 .
Pak Ou Caves
Es uno de los lugares más famosos de Luang Prabang. Unas cuevas de piedra caliza que han sido lugar de culto desde hace más de mil años. Si tienes tiempo y ganas, acércate a ver estas dos cuevas que acumulan más de 4.000 figurillas de Buda. Todos los conductores de tuk-tuk y por la orilla del Mekong te ofrecerán el famoso paseo en barco con visita a las Pak Ou. Podéis ir en un barco privado, o en uno turístico, con más gente.
Luang Prabang: dónde dormir y comer
En perpendicular al night market hay una calle llena de street food. Entre lo más llamativo, los bizcochos y pasteles con una pinta estupenda. Al final de la calle están los famosos bufet vegetarianos. Hay opiniones para todos los gustos sobre su calidad.
Aunque a Jonás y a mi no nos gustó, lo cierto es que los productos tienen una rotación increíble, porque los chiringuitos están siempre a rebosar. Por 15.000 kips tienes la posibilidad de llenarte un plato con todo lo que quieras, ¡o te quepa! Aunque sólo incluyen productos vegetarianos, ofrecen por lo menos 15 opciones, entre pasta, arroz, tofu, verduras, y diferentes combinaciones de los anteriores.
A parte de esto, paralelo al río hay varias terrazas donde ofrecen hoy pot con mucha variedad de productos, pero a precios más caros que el Night market.
Para dormir, nosotros elegimos el Friends’ hostel. El precio de la habitación doble con baño incluido era de 120.000 LAK, que después de regatear nos dejaron en 80.000 LAK. Un sitio limpio, con aire acondicionado y té y café y agua gratis todo el día. Tienen una pequeña kitchenette donde puedes cocinarte algo si necesitas. El Wifi era correcto y el ambiente mucho más tranquilo de australianos fiesteros que otros hostels de la zona.
Ruta por el Mekong: De Laos a Tailandia en slow boat
Hay dos modos de viajar por el Mekong: en slow-boat, o en fast-boat.
El fast-boat cuesta el doble, pero tarda la mitad de tiempo que el otro modo. Eso sí, después de verlo, yo no te lo recomiendo. Van tan rápido, y en una lancha tan pequeña, que te hacen ponerte un caso de moto como medida de seguridad. Esto ya te puede dar una pista del plan que llevan. Además, el ruido del motor se puede oír a un km de distancia, con lo cual puedes imaginar cómo se oye en el propio bote.
Pues ahora piensa en estar escuchando éste sonido durante seis horas, sin poder estirar las piernas, a 70km/h por el río, dando botes, algo mojado y frío del agua que te ha ido salpicando de vez en cuando.
Si te parece una idea emocionante, entonces llévate unos tapones y algo de abrigo, ¡y adelante! ¿por qué motivo podrías hacerlo? pues porque el slow-boat tarda dos días en llegar y este, como hemos comentado, solo seis-siete. Aunque el espacio para las piernas es muy reducido, a mitad de trayecto paran media hora para comer. Consejo: ¡En el asiento de delante si que se pueden estirar!
Ambos salen del mismo sitio en Luang Prabang. El puerto se encuentra a 10 km de Luang Prabang y el trayecto en tuk-tuk son 20.000 LAK por persona. Si viajas solo o sola, igual te sale un poco más caro. Nosotros intentamos coincidir con más gente para que nos saliera bien de precio.
Slow boat Luang Prabang – Pak Beng (Día 1)
En todos los hostels ofrecen los tickets de éste trayecto, nosotros te recomendamos que los compres directamente en el puerto. El trayecto en slow boat se divide en dos tramos: el primer día hacéis Luang Prabang – Pak Beng, en unas ocho horas, y cuesta 105.000 LAK. En el barco hay baños y venden comida y bebida. Si llevas tus propios noodles, ellos te dan agua caliente.
Nosotros viajamos en temporada baja y tuvimos la suerte de viajar con muy poca gente, casi todo locales, así que teníamos espacio para tumbarnos y cambiar de vez en cuando de sitio, estirar las piernas, etc. Si ves que hay mucha gente, fíjate que los mejores sitios están en la proa (la parte de adelante), porque el motor está atrás, y por lo tanto esa zona es más ruidosa.
Después de ocho horas llegas a Pak Beng, un pueblito a la orilla del Mekong del que no podemos decir mucho, porque llegamos al atardecer y salimos de allí muy temprano. Caminando por el pueblo, son todo guethouses, las más básicas ofrecen todas el mismo precio, 50.000 LAK la habitación doble con baño. Nosotros la conseguimos por 40.000 LAK. Era bastante desastrosa y nisiquiera recordamos el nombre, pero era solo para dormir unas horas.
Al día siguiente el barco sale a las 9:00 en dirección a Huay Xai. Ojo a éste tema, porque hemos leído casos de locales que le dicen a los mochileros horas más tarde, para que cuando lleguen, y el barco se haya ido, tengan que pagar por un servicio más caro. Nosotros preguntamos a unos chicos en el pueblo, y efectivamente, nos decían que salía a las 9:30.
Slow Boat Pak Beng – Huay Xai (Día 2)
A las 8:30 del día siguiente, Jonás y yo ya estábamos comprando los tickets de Pak Beng a Huay Xai por 110.000 LAK/persona. Por si acaso 🙂 .
El viaje por el Mekong, aunque largo, es un placer. Los paisajes son increíbles, el río discurre por en medio de la jungla. Encuentras aldeas que viven a la orilla del río, con montones de niños que te saludan mientras juegan en el agua. Para mí, una de las experiencias más especiales de este año.
Después de siete horas más de barco, llegas a Huay Xai. A una orillas Laos y a la otra, Tailandia. Una vez desembarques, habrá un montón de tuk-tuk ofreciéndose a llevarte a la frontera. Lo precios bajan conforme te alejes caminando del puerto, pues a un km se encuentra la estación de autobuses. Diles que la estación está cerca, y que si no te hacen un buen precio, pues caminas.
Frontera Laos – Tailandia: de Huay Xai a Chiang Kong.
Nosotros éramos 7 personas, y conseguimos un precio de 12.000 LAK/persona desde el puerto hasta la frontera. Teniendo en cuenta que cuando llegamos ya no había buses, fue un buen acuerdo.
Tan rápido como salimos de Laos, entramos en Tailandia. Para salir de Laos fuera del “horario de oficina” hay que pagar una pequeña tasa, un par de dólares, no recuerdo exactamente. Hay un bus entre las dos fronteras que te obligan a coger. Al menos cuando pasamos nosotros, no te dejaban caminar. Nos costó 10.000 LAK. Las dos aduanas son muy rápidas y sencillas de pasar. Para entrar en Tailandia, no tuvimos que pasar visado, y tampoco nos pidieron fotos. Un sello y “Welcome to Thailand”.
Según sales de aduanas, hay un minibus que te acerca a Chiang Kong. El precio es oficial, y por la noche se duplica. Puedes verlo en el ticket, así que no hay trampa. Nosotros llegamos tarde y pagamos 100 THB/persona. Apuntate que todos los cajeros que encontramos en Tailandia nos cobraban una comisión abusiva por sacar dinero. Intenta cambiar dinero antes.
LAOS: qué no hacer
No participéis de actividades donde se lucren de los animales o abusen de ellos. No os hagáis fotos con monos, ni con serpientes, ni paseéis subidos a lomos de elefantes. Por mucho que os digan que es un santuario, no confiéis. Un lugar donde un elefante se baña por turnos, varias veces al día, después de que lo exfolien con barro, no es un spa de elefantes.
Si tienes la oportunidad de abrazar a un animal salvaje, pregúntate dónde ha podido quedar la naturaleza del animal. Un centro real de recuperación de animales, no les va a someter al estrés de verse abrazados, embarrados y aterrorizados por un montón de turistas ansiosos de un selfie.
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