Nuestro viaje
El viaje.
Así lo llamábamos durante mucho tiempo. Porque “la vuelta al mundo” parecía muy presuntuoso. Tuvimos que negociar qué queríamos en realidad de éste viaje, cuál era el sentido. Entre mil blogs de viajes que teníamos como referencia, todos parecían tener buenas ideas, pero ninguna la sentíamos como nuestra. Y así surgió nuestra vuelta al mundo. Un camino en el que nos hemos propuesto no coger aviones.
Queríamos ver cómo los acentos, los olores, la arquitectura, los rasgos de las personas, los tonos de la piel… iban cambiando de manera natural. Sin los cambios abruptos que produce el desplazarse en avión de una punta a otra de un continente. Sacrificando largas estancias en lugares emblemáticos, por conocer lugares atípicos, atrapados en el camino.
Para minimizar el presupuesto, combinamos restaurantes baratos con comida de supermercado, transporte público con autostop, y hostels con Couchsurfing. Es una plataforma que no solo te permite alojarte gratis, sino que te acerca a los locales y te permite disfrutar desde dentro los lugares y sus costumbres. En nuestro caso, nos ha servido para enamorarnos de países que ni habríamos imaginado.
Nuestro viaje comienza en Torrelavega. De ahí llegamos hasta Odessa (Ucrania) haciendo autoestop, en dos semanas aproximadamente. Atravesamos el Mar Negro en ferry, en un trayecto de dos noches y tres días hasta Batumi (Georgia).
Una vez en Oriente Medio visitamos Georgia, Armenia y el país de la hospitalidad: Irán. Nos introducimos en Asia central a través de uno de los países más cerrados del mundo: Turkmenistán. Después de visitar esta dictadura tan bizarra, atravesamos Uzbekistán, Kirguistán y finalmente llegamos al gigante chino.
Cruzamos China de oeste a este, y una vez que toquemos la costa, bajamos hasta Yunnan, una región china habitada por minorías, que hace frontera con Laos. Haremos el norte de Laos, junto con Tailandia y Malasia y cruzaremos en barco hasta Indonesia.
Desde allí, tenemos programado fallarle a nuestra promesa por falta de medios, pues después de buscar no hemos conseguido encontrar el modo de llegar a Nueva Zelanda por mar. Un vuelo con escala en Australia nos dejará en Christchurch, desde donde queremos atravesar las dos islas hasta el norte, para embarcar en un barco con destino a Cartagena de Indias, en Colombia.
Veinte días en un carguero, que se dice pronto. Atravesando el pacífico, sin wifi ni otros lujos. Viajando lento. Un impás a mitad del camino para descansar, pensar, valorar lo que hemos vivido los primeros meses en Asia, y coger fuerza para empezar la segunda mitad: Sudamérica.
El camino que hemos programado nos llevará por Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Y tras un alto en la selva de Brasil, para pasar un tiempo con un amigo que se llevó nuestros corazones de Barcelona, llegaremos a Argentina. Aquí es donde acaba nuestra aventura, si todo sigue el guión que hemos escrito.
Nuestro blog no intenta ser un compendio de nuestras aventuras y desventuras. Nuestra intención es ayudar a otros viajeros, responder aquí las dudas que nos surgieron a nosotros, o compartir las cosas más útiles que hemos aprendido. Queremos que sea una herramienta, no un diario de viaje. Hacer la vida más fácil, o motivar a otros que, como nosotros, quieran emprender su viaje.
¿Quiénes somos?
Somos Silvia y Jonás, una cántabra y un asturiano. Ambos nos dedicamos al transporte marítimo internacional y hemos hecho un break en nuestras carreras para cumplir uno de nuestros sueños de la infancia: dar la vuelta al mundo. Actualmente estamos en ruta, y puedes seguirnos a través del blog, otras RRSS y un localizador GPS desde el que vamos enviando balizas.