Gibraltar es uno de los lugares más emblemáticos dentro del imaginario colectivo español. Esta pequeña localidad británica ubicada dentro de la península Ibérica, de cerca de 25.000 habitantes y unos centenares de monos, es un lugar super bizarro e interesante que merece la pena visitar. Tampoco te diría que te vengas desde Madrid para conocer Gibraltar, pero si estás por la zona de Málaga no me lo pensaría dos veces.

Gibraltar ha sido un lugar histórico desde la época de griegos, que llamaban a esta zona Las columnas de Hércules. Durante los últimos tres siglos, se ha convertido en una excentricidad dentro del continente europeo.

Su ubicación estratégica en las puertas del Mediterráneo, su famoso peñón lleno de monos (se desconoce su origen), su gobierno británico, su idioma conocido como llanito (mezcla de inglés y español) y su arquitectura británica en plena Andalucía, convierten a Gibraltar en un sitio único en Europa.

El uso -o abuso- poco natural de simbología británica, te provocará la sensación de encontrare en un parque de atracciones. Es como cuando visitas Barcelona y te vas a Port Aventura, y de repente te ves en medio de un pueblo «western». Pero en este caso es real.

¿Cómo entrar en Gibraltar?

Nosotros pillamos un autobus urbano (2,40€) en la estación de autobuses en Algeciras y nos bajamos en la última parada en la Línea de la Concepción, que es la terminal de autobuses. Camina en dirección al peñón y encontrarás el puesto fronterizo, uno de los más surrealistas que he visto nunca.

Si vas en coche es mejor que aparques el coche en la Línea de la Concepción. Cruzar la frontera en coche puede llevar mucho tiempo, y a pie es un momento. Sino encuentras plaza por la zona hay un parking de pago donde puedes dejar el coche.

Tienes que llevar tu pasaporte o d.n.i para cruzar el puesto fronterizo. Nada más cruzar la frontera ya te encontrarás una cabina de teléfono londinense y una placa de Winston Churchill Avenue. Esos son los detalles que, tal y como te comentaba arriba, son un poco forzados, y dan sensación de parque de atracciones… pero bueno, al final son las cosas por las que queremos visitar Gibraltar.

Tras cruzar la frontera, hay que a atravesar a pie la pista del aeropuerto gibraltareño, que se encuentra en medio de la ciudad. Si está saliendo o llegando un avión tienes que esperar a que aterrice o despegue, como cuando esperas a cruzar un paso de cebra en tu ciudad, pero aquí con aviones, es bastante molón xD.

Para llegar al centro, simplemente sigue a la masa de gente que se encuentra delante tuyo, todo el mundo camina hacia «Main Street», que es la calle principal de la ciudad. Para salir de Gibraltar, lo mismo, sigue a la masa de personas que caminan en dirección contraria.

Qué ver en Gibraltar

Main Street

Es la calle principal y es donde se encuentran casi todos los locales comerciales. Hay muchas jugueterías, joyerías, tiendas de alcohol y tabaco, y especialmente de electrónica. En el pasado, muchos españoles que vivían en la zona del Campo de Gibraltar se acercaban a la ciudad inglesa para comprar productos más baratos, ya que no se paga el IVA.

Digo que en el pasado porque hoy en día es menos común. Hay que tener bastante cuidado con las compras en Gibraltar, hay muchas falsificaciones y, a veces, la garantía de los productos electrónicos no cubre en otros países. La gasolina es más barata dentro que afuera, pero también te vas a pasar un buen rato esperando para entrar y salir, así que no se si compensa del todo.

Los restaurantes son casi todos de comida rápida y de precios más caros que en el exterior, así que lo mejor es ir comido o esperar a salir para comer en los alrededores. Si quieres comprar tabaco, recuerda que solo se puede sacar un cartón por persona.

El Peñon

Es un macizo rocoso unido a la península ibérica por un istmo de arena. Para los españoles es conocido como el Peñón y para los ingleses como «The Rock».

El peñón de Gibraltar era una de las Columnas de Hércules, un símbolo que aún aparece a ambos lados del escudo español. En la antigüedad, las columnas de Hércules eran conocidas como el fin del mundo.

Es famoso por su posición estratégica, sus increíbles vistas al océano Atlántico y al mar Mediterráneo, sus monos (los únicos en estado salvaje de Europa) y por los laberintos que posee dentro. Todo esto lo convierte en el mayor punto turístico de esta colonia británica.

Se puede subir a pie, es una caminata de 1 hora y media, o en teleférico. Nuestra idea era subir en teleférico y bajar andando, pero la diferencia de precio entre solo ida, o ida y vuelta, es irrisoria, así que subimos y bajamos en teleférico. El precio es de 15 libras, unos 20 euros más o menos, y si tienes carnet de estudiante hacen descuento.

Las vistas arriba son impresionantes, de las mejores que he visto nunca. Se ve Algeciras, toda la zona del Campo de Gibraltar, Marruecos, la entrada al Mediterráneo y la salida al Océano, vamos poca cosa xD.

Arriba en el peñón, puedes darte una vuelta por el mirador y los alrededores, es como una antigua zona de búnkers paras las defensas aéreas. Y te encontrarás por allí a los famosos monos. Ten cuidado con ellos porque roban las cosas, y no los mires fijamente a los ojos porque son bastante territoriales. Está totalmente prohibido dar de comer a los monos, incluso bajo multas de 500 libras.

El Llanito

El llanito es como llaman los habitantes de Gibraltar a la mezcla de inglés y español que utilizan para relacionarse entre ellos. Te recomiendo que pongas la oreja todo lo que puedas, porque es súper llamativo la manera en la que mezclan palabras en inglés y en español con un marcado acento andaluz.

Es interesante ver cómo, después de tres siglos de gobierno inglés, los habitantes de Gibraltar han desarrollado una personalidad propia, diferente de la española y la británica.

¿Por qué Gibraltar es Británico?

Diría que es el punto más importante para entender qué es Gibraltar, así que voy a desarrollarlo un poco más largo de lo normal. Intentaré hacerlo de la manera más amena posible.

Ya sabéis que en algunos estados de Europa tenemos reyes, y estos reyes no siempre pertenecen a la misma familia. Por ejemplo, en España reinó la familia de los Transtámaras (de origen español), después de ellos reinó la familia de los Habsburgo (de origen austriaco) y por último, los borbones (de origen francés), que son nuestra actual familia real.

Pues la pérdida española de Gibraltar sucede entre la dinastía de los Habsburgo y la de los Borbones. ¿Pero cómo sucedió?

Las familias reales europeas pasaron durante siglos relacionándose y reproduciéndose entre ellos, a veces con familiares muy cercanos, como primos de primer grado. Esto no es muy sano para el genoma humano, y muchas veces los recién nacidos salían débiles, enfermos, con handicaps o directamente muertos.

Y esto fue precisamente lo que le pasó a Carlos II de España, el último rey de la dinastía de los Habsburgo. Se le conoce como el hechizado, por la enfermedad con la que nació. Carlos II nació con muchos problemas físicos, pasó casi toda su vida enfermo, tenía ciertos retrasos en el lenguaje y comprensión, y era estéril.

Carlos II de España muere sin descendencia y por tanto deja vacio y sin herederos el trono español. En aquel momento, España todavía poseía uno de los imperios más grandes del mundo (sino el más grande), y era una perita en dulce para el resto de Estados europeos. Así que el resto de potencias intentaron colocar a sus sus candidatos como reyes, para conseguir controlar España de manera indirecta.

Sé que puede sonar raro que un país pierda a su monarca, y otras potencias extranjeras quieran poner otro rey en el trono que ni siquiera habla el idioma del país, pero así funcionaban las cosas en el siglo XVIII. Finalmente la batalla por el trono queda divida en dos bandos. Por un lado, austriacos, ingleses, holandeses, alemanes y portugueses se decantaron por el candidato austriaco, el archiduque de Austria. Y en el otro bando se encontraba Francia, que quería poner a su hombre Felipe de Anjou.

Mientras tanto, en España unas zonas del país apoyarían al candidato francés y otras al austriaco. Todo esto se ve traducido en una gran guerra a nivel nacional y continental que sería conocida como la Guerra de Sucesión Española (1701-1713) que para muchos expertos es considerada la primera Guerra Mundial.

No te preocupes, hemos llegado al punto clave.  En estas idas y venidas de la guerra, una flota compuesta por navíos ingleses y holandeses llegan a Gibraltar y toman la localidad. Cuando estos navíos conquistan Gibraltar, lo hacen en representación del candidato austriaco, es decir, un futuro rey español, y tomando posiciones en territorio de la nación española.

Pero desgraciadamente al almirante inglés Rooke se le fue la pinza, y en un acto digno de piratería toma posesión de la plaza, no en nombre del archiduque Carlos, sino en nombre de la reina inglesa Ana. Algo que provocó el estupor de muchos de los miembros del parlamento inglés, pero el daño ya estaba hecho….

La guerra dura 12 años, y poco a poco el bando francés va tomando ventaja, hasta que se firma una paz conocida como el Tratado de Utrecht. En ese tratado, humillante para el estado español y realizado por potencias extranjeras, se nombra al candidato francés Felipe de Anjou como rey de España (Felipe V) y a cambio España pierde todos sus territorios europeos, incluidos Gibraltar y Menorca (que más tarde se recuperaría), que pasarían a manos británicas.

La cesión de Gibraltar quedaría condicionada por la supresión del comercio entre la localidad y las zonas vecinas, la prohibición de que judíos y moros vivieran en la plaza tomada, y el respeto por parte de Inglaterra del culto católico. Ninguno de los puntos se cumplió, en cambio España tuvo acatar el polémico tratado de Utrecht.

Esta es la historia de por qué Gibraltar en la actualidad es una colonia británica, en plena península Ibérica. Después de estos hechos, hubo intentos de conquista por parte de España, tratados a punto de firmar para devolver el territorio a España, entre otras historias… pero después de 300 años seguimos igual.